Hace 31 años, en la Declaración y Programa de Acción de Viena, adoptada por la Conferencia Mundial de Derechos Humanos el 25 de junio de 1993, se reconoció que los derechos humanos de la mujer y de la niña son parte inalienable, integrante e indivisible de los derechos humanos universales y se instó a los Estados a combatir la violencia contra las mujeres planteando la necesidad y urgencia, de una respuesta particularmente eficaz.
El reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos es relativamente reciente y se ha generado a partir de las demandas de colectivas de mujeres y feministas alrededor del mundo. Unido a ello, la pretensión que la violación, el incesto, el estupro, el hostigamiento, entre otros, sean concebidos como delitos, ha constituido una de las luchas más significativas, buscando posicionarse política y jurídicamente contra la naturalización de una cultura de violación y contra un contexto de impunidad que lo justifica.
La violencia sexual, vulnera los derechos humanos y representa una de las manifestaciones que más refleja el sistema patriarcal, debido a las relaciones de poder expresadas en la apropiación y dominio de los cuerpos de las mujeres, y esto se agrava cuando quienes se ven afectadas son menores de 18 años.
Para quienes son víctimas de violencia sexual, enfrentarse a la denuncia de este delito constituye un desafío, pues muchas veces son revictimizadas, no sólo en este primer momento sino a lo largo del camino para tener acceso a justicia. De ahí que muchas mujeres prefieran no denunciar, que exista un subregistro importante y que no se conozca con certeza la magnitud de la problemática.
El Estado juega un papel esencial para garantizar los derechos humanos de las mujeres y, por lo tanto, las condiciones para vivir vidas plenas, poniendo al centro su dignidad, desde la prevención de la violencia así como una atención integral y especializada con perspectiva de género.
Honduras es considerado uno de los países de América Latina con mayores índices de violencia hacia las mujeres y niñas. Según el último reporte de la Oficina de la Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y ONU Mujeres, Honduras es el quinto país con la tasa más alta de femicidios en el mundo y el primero en América Latina, con una tasa de 6.47 por cada 100 mil mujeres.
Según la Primera Encuesta Nacional Especializada sobre la Violencia contra las Mujeres y Niñas de 15 años y más (ENESVMN) realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en Honduras, 1 de cada 2 mujeres de 15 años o más han experimentado violencia en algún momento de su vida, y 1 de cada 3 mujeres ha sido víctima de múltiples formas de violencia a lo largo de su vida por parte de su pareja. Cualquier tipo de violencia trae consecuencias físicas, emocionales, psicológicas para la vida de una mujer.
En ese sentido, creemos pertinente resaltar la problemática de violencia sexual en sus diferentes matices. Para ello, realizamos una solicitud de información al Ministerio Público durante los años de 2019 a 2023, aún entendiendo que 9 de cada 10 mujeres no denuncian ante las autoridades estatales las diferentes violencias que sufren (ENESVMN, 2022).
El propósito de este análisis es visualizar y proporcionar registros de violencia sexual contra mujeres en Honduras en un formato de datos abiertos. Esta iniciativa busca visibilizar la magnitud del problema y facilitar que diversos actores puedan desarrollar y sumar propuestas de solución orientadas a la prevención de estos hechos y a la atención integral de las víctimas de este delito.
Después de procesar y analizar las denuncias, identificamos cuatro hallazgos principales, los cuales se describen a continuación.
- Se registró un total de 13,478 de delitos sexuales en el Ministerio Público entre 2019 y 2023, esto representa 7 denuncias al día. El 56% de los registros son violaciones sexuales, tipificados por el Ministerio Público como “violación” o “violación especial”, los demás tipos de delitos sexuales los agrupamos como “otros delitos sexuales”, que van desde la “pornografía infantil”, “abuso sexual”, “incesto”, “estupro”, “rapto”, “hostigamiento sexual”, entre otros.
- Se identificó un descenso de la denuncia de delitos sexuales en 2020, producto de la pandemia ocasionada por el COVID-19, sin embargo, el 2021 fue el año con mayor registro.
- Los departamentos con mayor registro de violencia sexual son Francisco Morazán (19%), Cortés (20%) y El Paraíso (9%).
Como Centro de Derechos de Mujeres, una organización social que lucha por la erradicación de las múltiples opresiones y desigualdades de género en Honduras y parte del consorcio We Lead:
- Instamos que el gobierno de Honduras construya mecanismos de preventivos e integrales sobre la violencia contra las mujeres y niñas, incorporando la transversalización del enfoque de género en todas las instituciones del Estado.
- Solicitamos que el gobierno de Honduras fortalezca y mejore sus plataformas de acceso a la información pública, monitoreando y estableciendo parámetros reales de datos abiertos, así como incentivar la realización de investigaciones a nivel nacional para identificar los focos de la violencia de género.
- Exigimos el compromiso real de los tres poderes del Estado para aprobar la propuesta de Ley Especial Integral contra las Violencias hacia las Mujeres (LEI-VCM).
Explora los registros en el siguiente panel de control
Descarga los datos aquí
Conoce más: https://derechosdelamujer.org/
Aportes técnicos: Centro de Derechos de Mujeres