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Violencia contra la mujer

Muertes violentas de mujeres en Guatemala

En esta publicación encontrarás registros georreferenciados sobre casos de muertes violentas de mujeres por arma de fuego, arma blanca, asfixia, quemadura o decapitación. El objetivo de este ejercicio es que pueda ser utilizado para identificar lugares en donde los cuerpos de mujeres asesinadas son encontrados de forma recurrente. El mapeo convoca a distintos sectores a proponer soluciones para prevenir las muertes violentas de mujeres,  así como medidas que garanticen el derecho a una vida libre de violencia. 

Muertes violentas de mujeres en Guatemala del año 2019 a julio del año 2022

El objetivo de este análisis de datos es identificar los lugares en donde los cuerpos de mujeres asesinadas son encontrados de forma recurrente para que se puedan proponer, desde distintos sectores, soluciones en materia de prevención de estos hechos.

Para hacerlo, se realizó una solicitud de acceso a información pública al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (INACIF) sobre los registros de muertes violentas en Guatemala entre el período 2019 y julio del año 2022.  Posteriormente, filtramos las muertes en las que la  víctima fue una mujer y en donde la causa de muerte, según el acta de defunción, fuera una de las siguientes: Arma de fuego, arma blanca, distintos tipos de asfixia, quemaduras y decapitación.

Encontramos que en este período se registraron 2,145 muertes violentas de mujeres a nivel nacional, que coincidían con las 5 causas de muerte mencionadas anteriormente. Por cada una de estas muertes registradas procedimos a georreferenciar las direcciones en donde los cuerpos de las mujeres sin vida fueron encontrados.  Las ubicaciones fueron encontradas en un 92% de los casos haciendo referencia a calle y avenida, o número de kilómetro; en el resto, se colocó una ubicación aproximada, indicando el nombre de la colonia, barrio ,aldea o cercanias identificadas,

El mapa derivado de este ejercicio puede observarse a continuación

Entre los hallazgos se evidencia que, desde el año 2019, la evolución de muertes violentas ha sido entre 111 y 178 casos trimestrales. No obstante, se hace la observación que el año 2020 fue un período atípico, ya que probablemente por el confinamiento en el marco de la pandemia COVID-19, la cantidad de estos hechos se redujo. Sin embargo, al finalizar el año 2021 e iniciar el año 2022 los casos nuevamente se incrementaron superando, incluso, la cantidad de registros trimestrales de los años 2019.

Se observó además, que cada diez días son aproximadamente 23 mujeres las que de forma violenta mueren por alguna de las 5 causas identificadas en este análisis.

Acerca de los datos de las causas de muerte puede observarse que de las 2,145 mujeres consideradas en este análisis, en el 58% (1,250/2145) de los casos, la causa de muerte fue arma de fuego, el 29% (624/2,145) murió  por distintas formas de asfixia en donde se incluye, ahorcamiento, suspensión, compresión abdominal y sofocación. La siguiente causa de muerte con un 10% de casos (224/2,145)  fue arma blanca, seguidos por quemadura con 1.68% (36/2,145) y decapitación con un 0.51% (11/2,145) del total de registros.

Además, se observó que en el 56% de los casos, las edades de las mujeres que murieron de forma violenta por las cinco causas consideradas en este análisis se encontraban en el rango de 10 a 30  años.

Sobre la ubicación en donde se registraron estos hechos, se observó que, el 42% de estos casos se registraron en el departamento de Guatemala, seguido de Escuintla con un 7% y Chiquimula con un 6%. 

A nivel municipal se identificó que una de cada 3 muertes violentas se registró en los municipios de Guatemala, Villa Nueva o Mixco. Estos datos los puedes explorar en el panel de control al final de este artículo. Además, se observó que las zonas más violentas para mujeres en el municipio de Guatemala son la zona 18, 11 y 1 que en conjunto suman el 53% de los casos del municipio de Guatemala sobre un total de 407 registros.

Erradicar la violencia contra las mujeres, una deuda histórica pendiente en Guatemala.

Según Ana Lucía Ramazzini, investigadora de la Facultad Latinoaméricana de Ciencias Sociales (FLACSO) El análisis de datos llevado a cabo evidencia la magnitud de la violencia contra las mujeres a nivel nacional y, a su vez, da cuenta que es una problemática social que continúa impune. 

Si bien los datos referidos muestran específicamente las muertes violentas y el lugar de los hechos, no puede soslayarse que las diversas manifestaciones de violencia contra las mujeres no constituyen eventos aislados, momentáneos o puntuales. Existe un continuum de violencia a lo largo del ciclo de la vida de las mujeres, el cual tiene su origen en las relaciones desiguales de poder.

La violencia, como práctica patriarcal, pretende disciplinar a las mujeres para que no se salgan de la norma ni del papel socialmente asignado; busca reprimir a aquellas mujeres que ejercen autonomía sobre sus vidas y cuerpos; y sobre todo, sentar precedente para el resto.

Ser mujer en Guatemala representa una probable sentencia anunciada para una muerte violenta. Y según los hallazgos, el riesgo aumenta al encontrarse entre los 10-30 años y vivir en la ciudad capital, y en los departamentos de Escuintla, Chiquimula, Quetzaltenango, Izabal o Petén. Contar con mayores datos desagregados, por ejemplo en términos de origen étnico y condición socioeconómica, seguramente mostraría que la saña e intensidad de la violencia es atravesada por la articulación de distintos sistemas de opresión: el patriarcado, el clasismo, el racismo, entre otros. 

Más allá de los números que se presentan en el mapeo, lo que existe son historias, vidas y sueños arrebatados a través de violencia.  Es la evidencia de una tragedia naturalizada a nivel de país.

Desde una mirada histórica ha sido el movimiento de mujeres y feminista en Guatemala, quienes han generado importantes luchas y han abierto brecha en varios frentes; entre éstos, en la institucionalidad del Estado, llevando a la palestra pública la visibilización de las diversas manifestaciones de violencia que viven las mujeres y la demanda para su erradicación.

El Estado tiene el compromiso de garantizar los derechos humanos de las mujeres.  Se necesita que todo su andamiaje los garantice, desde la perspectiva de género, con un enfoque integral y laico. Toda su institucionalidad debe hacerlo para asegurar el reconocimiento de las mujeres como sujetas de derechos. 

Contar con este ejercicio de datos, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), supone hacer un llamado a accionar de manera estratégica y contundente frente a la violencia contra las mujeres, desde diversos actores de la sociedad. La denuncia de esta problemática estructural sigue siendo necesaria y urgente porque está implicando la muerte  para muchas mujeres. La demanda, como el título provocativo de este blog, sigue estando presente:  “Vivir sin Violencia”.

Descarga la siguiente  visualización de datos en este enlace enlace

Enlace a datos aquí.

Aportes técnicos: Aná Lucía Ramazzini de FLACSO y Stephani Tello de Incidejoven
Análisis de datos: Daniel de León
Diseño gráfico: Cynthia Camargo