El acceso a la educación es un derecho fundamental que, históricamente, ha sido una lucha significativa para las mujeres en todo el mundo. En Honduras, este derecho se ve amenazado por el creciente número de embarazos adolescentes dentro del sistema educativo, una problemática que refleja la falta de educación sexual integral y el impacto de las políticas inadecuadas de protección. Este artículo explora los datos recientes sobre embarazos en adolescentes en Honduras, analizando los factores que contribuyen a esta situación y propone medidas para asegurar la continuidad educativa de las jóvenes afectadas.
Tener acceso a la escolarización ha sido una de las luchas históricas de las mujeres; es decir, ejercer su derecho básico a la educación. Para muchas niñas y adolescentes, entrar a la escuela representa el paso del ámbito privado al ámbito público, el cual ha sido negado para las mujeres en general. Esto se ha dado debido a prácticas patriarcales que, a partir de la asignación del destino de ser madre-esposa, les limita la posibilidad de escoger otras opciones como parte de su proyecto de vida.
Si bien el acceso al sistema educativo históricamente ha representado una barrera de género, la permanencia y culminación en este también lo son, especialmente para las niñas y adolescentes que enfrentan un embarazo. Ante la falta de condiciones y políticas de protección, muchas se ven obligadas a abandonar la escuela y regresar al ámbito privado para encargarse del cuidado de sus hijos e hijas, dando lugar a la deserción escolar. Esto tiene consecuencias graves para sus vidas, ya que no terminar la escuela disminuye las posibilidades de un empleo formal, impacta en bajos ingresos y perpetúa ciclos de pobreza. Además, genera una fuerte carga psicosocial por los obstáculos en la crianza, la incertidumbre y el estigma social. Los embarazos adolescentes, muchos de los cuales son resultado de violencia sexual, imponen maternidades forzadas y limitan el desarrollo pleno de las jóvenes afectadas.
Lograr la permanencia en el sistema educativo requiere una educación de calidad desde la perspectiva de género, que implemente la educación integral en sexualidad para prevenir estos embarazos y que, además, cuente con las condiciones dignas para atender a quienes ya viven maternidades y crianzas, asegurando su continuidad educativa.
Con estas consideraciones en mente, este artículo identifica como problema central la falta de educación sexual integral para niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAJ), lo que los expone a situaciones de vulnerabilidad al no garantizar su derecho al acceso a la información ni a los derechos sexuales y reproductivos. Esta deficiencia tiene múltiples consecuencias, entre ellas, el aumento de embarazos en niñas y adolescentes que forman parte del sistema educativo nacional.
Partiendo de este problema, identificamos cómo objetivo el poder visibilizar los casos de embarazos en adolescentes en el sistema educativo de Honduras para proponer recomendaciones que ayuden a prevenir estos hechos.
En este sentido realizamos solicitudes de acceso a la información pública dirigidas a la Unidad del Sistema Nacional de Información Educativa de Honduras (USINIEH), por medio del Sistema de Información Electrónico de Honduras (SIELHO). en donde requerimos el número de embarazos en adolescentes menores de 20 años en el sistema educativo del país entre 2021 y 2023, desagregados por centro educativo, nivel educativo, edad, departamento y municipio.
Después de analizar los procesar y analizar los registros notamos seis importantes hallazgos, los cuales describimos a continuación:
- En los centros educativos del país se han registrado 354 casos de embarazos en niñas de entre 8 y 14 años, los cuales, según la ley nacional, son producto de violaciones sexuales.
- Entre los años 2021 y 2023, se registraron más de 1,500 casos de embarazos en adolescentes en 610 institutos educativos gubernamentales y no gubernamentales de Honduras.
- Francisco Morazán destacó como el departamento con el mayor número de embarazos adolescentes, reportando 359 casos. Le siguen Cortés con 198 casos y Yoro con 129 casos.
4. Entre 2021 y 2023, el mayor porcentaje de adolescentes embarazadas se registró en los grados de noveno, undécimo y duodécimo.
- La mayoría de los casos de embarazos adolescentes en los centros educativos analizados se dieron en zonas urbanas.
- Los embarazos en adolescentes en los centros educativos de Honduras siguen aumentando cada año. En 2023 se reportaron 572 casos, un incremento en comparación con 2022 y 2021.
Derivado de estos hallazgos desde el equipo de We Lead Honduras, recomendamos las siguientes acciones
- Al Ministerio de Educación: Ampliar la cobertura de estudios y encuestas: dado que los datos actuales provienen de solo 610 instituciones educativas, de un total de 20,000 a nivel nacional, es esencial ampliar la recopilación de datos para obtener una visión completa y representativa de la situación de embarazos adolescentes en Honduras. Esto permitirá desarrollar estrategias de intervención más precisas y efectivas.
- Al Ministerio de Salud y Ministerio de Educación: Implementar programas de educación sexual integral. Creemos que es fundamental establecer programas de educación integral en sexualidad que aborden temas como el consentimiento, las relaciones saludables y los derechos sexuales y reproductivos. Estos programas son clave para prevenir embarazos adolescentes y garantizar que los jóvenes tengan la información necesaria para tomar decisiones informadas sobre su salud y bienestar.
- Al Ministerio de Educación: Asegurar la continuidad educativa para adolescentes embarazadas. se deben crear políticas y programas que faciliten la continuidad educativa de las adolescentes embarazadas, proporcionando apoyo emocional, académico y social, así como servicios de guardería y otros recursos
Explora los registros en el siguiente panel de control:
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Aportes técnicos y visualización de datos:
- Ana Álvarez (we Lead Honduras)
- Ligia Destephen (we Lead Honduras)
- Osman Cárcamo (we Lead Honduras)